Razones por las que debes tener un plan de negocios

Si estás considerando convertirte en empresario y comenzar un negocio, permíteme direccionarte hacia el plan de negocios. Algunos argumentarán que no es absolutamente necesario tener uno, lo cual es técnicamente correcto…

¿Qué pasa cuando no lo haces? Con buena suerte y una economía en auge, nada. Puedes improvisar y tal vez todo salga bien.

Pero, si alguna de las conversaciones que he tenido con personas que buscaban consejo es un indicio, cuando la competencia es feroz y la economía se tambalea, la falta de plan es algo arriesgado.

Cierto. Un plan de negocios no es garantía de éxito. Sin embargo, te brinda una guía para alcanzar tus metas e indicadores para medir el desempeño. Es tu visión para tu empresa. Si las cosas no salen como se espera, tendrías una idea de dónde enfocarte. Por lo tanto, aumenta tus posibilidades.

Para empezar, si no tienes respuestas a preguntas clave (como las que se encuentran a continuación), valdría la pena dedicar un poco de tiempo para pensar en un plan.

  • ¿Quién es mi consumidor principal?
  • ¿Por qué querría mi producto / servicio?
  • ¿Cuánto está dispuesto(a) a pagar por ello?
  • ¿Qué está haciendo la competencia?
  • ¿Cómo financiaré la operación?

Ahora, si estás buscando financiamiento, no tienes más remedio que hacer el esfuerzo de redactar un plan. Los bancos e inversionistas querrán saber que eres es serio con respecto a tu negocio, que entiendes el modelo de negocio y que tienes claro el estado de resultados, el flujo de caja y las estrategias de mercado.

Algunas personas comienzan un negocio por puro impulso de emociones. Lo cual es fenomenal. La pasión es necesaria. Si decides lanzarte a tal iniciativa, definitivamente es bueno tener un motor que te mantendrá en curso incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Sin embargo, la pasión sola no es suficiente.

Es difícil. Toma tiempo. Probablemente no sea muy divertido. Aún así, debes tener un plan.

Porque.

  1. No puedes contar solo con la suerte.
  2. Tendrás un plan con estrategias para el éxito.
  3. Tendrá objetivos comerciales que le ayudarán a evaluar si estás alcanzando los objetivos.
  4. Estarás un poco más preparado para los cambios y adaptarte en consecuencia.
  5. Sabrás cómo administrar, comercializar, financiar y operar el negocio.

Un plan no está escrito en piedra. Tener uno tampoco significa que no hay flexibilidad. Ni que dejes de identificar nuevas oportunidades.

Es una gran herramienta que te permite jugar con diferentes escenarios y evaluar la viabilidad de antemano. Tal vez descubras que deberías poner tus esfuerzos en otro lado.

Te ayuda a prever, en la medida de que sea posible, los posibles problemas y obstáculos para que puedas encontrar soluciones preventivas.

Comprometer tus ideas en papel aumenta tus posibilidades de entrar realmente en el negocio.

Y, si tu negocio ya está funcionando pero hay cambios en el mercado, o estás trabajando en una nueva línea de productos o estás buscando vender en otro canal, es un buen momento para revisar el plan original. Si no es el negocio completo, por lo menos el go-to-market.