La versatilidad de los talleres

Cuando me pidieron que hablara sobre la comunicación con un grupo de chicas adolescentes de pocos recursos, no dudé. «¡Sí, claro!»

Seguido de inmediato con el pensamiento: ¿En qué te metiste? Esa es una gran responsabilidad.

Me entusiasmó la oportunidad de enseñarles a comunicar de manera asertiva. Sin ser agresivas ni pasivas, sino con confianza.

Siendo yo, necesitaba pensar bien cómo interactuar con las chicas. Además de enseñarles algo útil, tenía la oportunidad de plantearles la idea de que tienen por delante un mundo de posibilidades, que pueden soñar con convertirse en líderes, que son nuestro futuro.

Para muchos, esta habilidad se da por sentado. Tal vez sea algo natural en la familia. Tal vez tuviste la suerte de estar en un buen colegio que cubre este tema. Pero la verdad es que, en mi parte del mundo, incluso algunas de las mejores escuelas no enseñan esta habilidad crítica que en gran parte determina el éxito de una persona.

Entonces, ¿cómo abordar el tema? ¿Cómo puedo mantener la atención del grupo? Los adolescentes tienen la fama de tener una capacidad de atención corta. ¡Meros segundos!

Algunas preguntas rápidas y me di cuenta que tendría que ser básico. El lugar es una pequeña sección de una biblioteca comunitaria que se comparte con otro grupo de niños bulliciosos. No hay posibilidad de hacer proyecciones. (Aun así, armé algunas diapositivas. Eran más para mí que para los demás).

No podría imaginar nada más aburrido para una adolescente inquieta que una conferencia. Además, era importante considerar todos los estilos de aprendizaje: visual, auditivo, kinestésico. Tendría que ser creativa.

De pronto, me acordé de un juego que aprendí en un taller de improvisación que sería el inicio perfecto. Ya está decidido. La sesión sería una combinación de dinámicas, conversaciones y juegos de roles.

Me encantan los talleres. Son increíblemente versátiles. Su flexibilidad me permite medir la reacción del grupo y ajustar la dinámica si es necesario. Son perfectos cuando se necesita educar, entretener e involucrar a los participantes para que puedan aprender y practicar habilidades y técnicas.

Los talleres también son excelentes para todo tipo de situaciones.

  • Entrenamiento de habilidades prácticas desde hablar en público, a cómo usar una aplicación, a tocar una guitarra.
  • Gestión de cambios porque se está implementando un nuevo proceso a través de toda la organización.
  • Desarrollo del personal para perfeccionar las habilidades requeridas para el trabajo.
  • Introducción de una nueva idea o forma de pensar, como un nuevo diseño de producto.
  • Acuerdos de grupos económicos como oficinas públicas, sector empresarial y la comunidad.
  • Alineamientos de estrategia, planes de marketing, fijación de metas.

Desde mi experiencia, los talleres son altamente efectivos. Soy fiel creyente especialmente con el último punto en la lista, ya que es prácticamente mi día a día a lo largo de mi carrera. Nunca subestimes el poder de un grupo diverso de personas que se unen para construir y ejecutar estrategias y planes. Si se diseñan y se llevan bien, los talleres producen excelentes resultados.

Si planeas un taller de este tipo, asegúrate de haber considerado cuidadosamente lo siguiente.

  1. Identifica a los participantes indicados.
  2. Planifica el horario.
  3. Evalúa el lugar del encuentro.
  4. Orienta al equipo.
  5. Determina el alcance de la discusión.
  6. Establezca objetivos claros.
  7. Asigna roles y responsabilidades.
  8. Incluya actividades de integración de equipos.
  9. Gestiona conflicto.
  10. Designa un facilitador y un escriba.

Volviendo a las adolescentes que aspiran a superarse, aprender nuevas habilidades y soñar con un futuro brillante. A juzgar por sus risitas nerviosas y conversación sincera, me atrevo a decir que ha sido un ejercicio productivo. Pudieron practicar lo que aprendieron en un ambiente seguro. Están fortaleciendo la confianza en ellas mismas. Están digiriendo la idea de que está bien cometer errores. Fue interesante verlas conectar y entenderse a un nivel diferente. Después de todo, la comunicación se trata de construir relaciones.