El fin de semana que comprendí los tres principios

Confieso. Soy escéptica cuando se trata de muchos de los materiales de autoayuda que hay disponible. Algunos son trucos insostenibles que «reemplazan pensamientos» o «controlan la mente». Algunos otros simplemente son falsedades.

La buena noticia (al menos para mí) es que encontré algo real. Y fue completamente por accidente.

Ha pasado más de un mes desde que fui a Portland para la Cumbre Empresarial Beyond Limits. La razón por la que esperé tanto para escribir sobre esto es que quería ver si lo que aprendí esos días duraría o disiparía con el tiempo.

Lo gracioso es que me embarqué sin conocer mucho al respecto. Una amiga comentó que iba, y pensé, «¿por qué no»? Fui sin nociones preconcebidas y resulta que quedé sorprendida por la simplicidad de todo.

Estaba un poco confundida al principio. Al contrario de lo que sugiere el nombre del evento, no abordamos directamente el tema de los negocios. Durante la primera mañana, los oradores dieron testimonios sobre cómo los tres principios cambiaron sus vidas. Aunque encontré fascinantes las historias, nada me había hecho clic todavía.

Después de un par de discusiones grupales y conversaciones individuales, comencé a entender lo que intentaban decir… hasta el momento en que mi mente se iluminó al darme cuenta: ¡sí, sí, sí! Todo tiene sentido. Lo veía claramente.

Entonces, ¿qué es esta cosa llamada los «tres principios»? Mente, conciencia y pensamiento. Nuestra experiencia humana es creada por nuestros pensamientos. Nuestras emociones son creadas por nuestros pensamientos. Nada más.

Si entendemos que nuestra realidad no está conformada por las circunstancias, sino por lo que pensamos de esas circunstancias, entonces podemos estar seguros de que cuando permitamos que aparezca un nuevo pensamiento, la veremos literalmente con otros ojos. Cuando comprendemos esta verdad, nos volvemos psicológicamente fuertes. Recuperamos nuestro estado mental normal más rápidamente.

Gracias a uno de los oradores que me escuchó con sabiduría, reconocí un error fundamental que había estado cometiendo. Compartí con el grupo que había estado teniendo dudas de mi misma. A veces el sentimiento es de corta duración. Otras veces, persistía días. Le pregunté: Soy consciente de que está en mi cabeza. Pero, ¿hay alguna manera de poder acortar estos momentos?

Descubrí que el problema no era el sentimiento en sí mismo. Era que lo estaba etiquetando como algo malo. Además, me sentía molesta conmigo misma por no «superarlo». ¿Qué estaba haciendo? Le estaba prestando demasiada atención y creando resistencia. Por lo tanto, la cosa de la que quería deshacerme no desaparecía.

Desde este entendimiento, sigo siendo igual de humana. Al igual que antes, tengo mis altibajos. La diferencia es que ahora los momentos bajos son limitados e insignificantes. Me han dicho antes que tengo mucha claridad de pensamiento. No estoy segura si era verdad. Sin embargo, parece que estoy mejorando.

En caso que estés buscando un coach de vida o de negocios, te recomiendo que consideres uno que esté capacitado en los Tres Principios. No contiene elementos de crítica que caracterizan otros enfoques.

Si tienes curiosidad por el evento, aquí está el enlace al sitio web.https://beyondlimitsbusinesssummit.com

Estaré por siempre agradecida a los organizadores, al personal y a los oradores. Son algunas de las personas más auténticas y generosas con las que me he encontrado.